Cinturones para deportes de fuerza, ¿cuál elegir?

Cuando comenzamos en un deporte de fuerza necesitamos una equipación específica para poder llevar a cabo nuestra actividad. Y entre todos los elementos, los cinturones estarán en el primer puesto de la lista de equipación indispensable. No es obligatorio, pero no está de más. Protege la espalda y nos refuerza a la hora de trabajar con cargas pesadas. Y, de paso, nos ayuda haciéndonos subir unos cuantos kilos más.

Sin embargo, aunque su uso es más que común, a la hora de adquirir un cinturón nos acechan las dudas. El abanico de posibilidades es muy amplio: formas, cierres, tamaños, grosores, materiales… Todo un mundo que nos puede despistar. Y, lo peor, que no acertemos con el cinturón que más nos conviene. Bien para el tipo de levantamiento, bien para el tipo de deporte que vayamos a practicar. Incluso hay diferencias entre distintos tipos de cinturones dentro de un mismo deporte.

Lo primero, relax. El hecho de dar el paso y pensar en utilizar cinturón ya es algo beneficioso. La base es la misma. Ya te dediques a realizar mudanzas o levantes piedras. Una prenda que nos constriña la zona abdominal nos va a proteger. Ahora ya sólo nos queda afinar y elegir el que mejor se adapte a nosotros y a nuestra disciplina deportiva. Y recordad: el precio no es garantía de éxito. Obviamente, un cinturón de más calidad será seguramente mejor. Pero si no hemos elegido el adecuado, no nos valdrá de mucho. 

Tipos de cinturones según el deporte de fuerza que vayamos a practicar

Cinturones para deportes de fuerza

Cinturones para halterofilia

Si nos dedicamos a la halterofilia o actividades que basan parte de su preparación en ella, como el crossfit, necesitaremos un cinturón que nos proteja pero que al mismo tiempo no nos reste movilidad. Por tanto, que sea flexible y estrecho. Lo ideal, que siga las medidas de la Federación Internacional de Halterofilia (IWF), que los acota a un máximo de 12 centímetros de ancho. Así no tendremos ningún problema si competimos. 

Principalmente, hay dos tipos de cinturones destinados a halterofilia. Y se catalogan por su tipo de cierre: de velcro o de hebilla.

Cinturones de halterofilia de velcro

Los cinturones de velcro son cómodos y flexibles. Normalmente fabricados en nylon. Muy resistentes. Y se adaptan muy bien al cuerpo, por lo que permiten una movilidad holgada, al mismo tiempo que protegen de posibles lesiones. El cierre está compuesto por una larga tira de velcro ajustable a la talla del atleta. El único ‘problema’ sería su durabilidad, ya que dependiendo de la calidad del propio velcro y de su uso, perderá antes o después su fuerza de agarre para quedar plenamente ajustado. Si eres manitas, podrás sustituirlo. Si no te apañas con la máquina de coser, en cualquier establecimiento de arreglo de ropa lo podrán hacer. Y si no, al ser cinturones de precio más económico, no te hará duelo cogerte uno nuevo.

Cinturones de halterofilia de hebilla

Los cinturones de hebilla están fabricados en piel o materiales de imitación. El precio te puede servir de pista. Los de imitación suelen también estar rellenos de cartón para darle más rigidez al conjunto. Oscilan entre los 4 y los 8 milímetros de grosor. A mayor grosor, normalmente, más rigidez. Con respecto a los de velcro, cambian en la forma, ya que por esa mayor rigidez son más estrechos por delante, para que nos moleste menos en la cargada. En la zona lumbar, ya sí, se ensanchan hasta los 12 centímetros. Como hemos dicho, nos gusta más que cumplan con las medidas reglamentarias. El cierre está compuesto por una hebilla, que puede ser doble, de dos púas, o simple, de una púa. Y se incorpora también un cilindro para facilitar el ajuste. Los hay que cuentan con una pequeña almohadilla en la zona lumbar. Lo hará más cómodo. Pero si no lo tiene, no hay ningún problema.

Cinturones para Powerlifting y Strongman

Estas modalidades llevan incorporadas más kilos a levantar. Y eso también afecta al tipo de cinturón. Se trata de optimizar su diseño para que nos proteja y, de paso, nos ayude. De partida, los cinturones van a ser más gruesos, acordes a las cargas más pesadas. A partir de ahí, el abanico vuelve a abrirse con muchas posibilidades. Vamos poco a poco.

Como consideración general, la forma de los cinturones dedicados al powerlifting son, normalmente, igual de anchos en toda la pieza. Eso se debe a que los levantamientos no requieren de la agilidad de la halterofilia. Así que, de partida, nos dará más protección en la zona abdominal, que se expande cuando hacemos el esfuerzo. Pero ojo. Es menos dinámico que la halterofilia, sí, pero también requiere de movilidad. Por eso debemos elegir un cinturón que nos permita realizar nuestro movimiento sin ningún tipo de limitación motriz. Y que lo podamos ajustar bien, pero que no nos impida respirar. Al igual que hemos recomendado en la halterofilia, recomendamos elegir un cinturón con medidas reglamentarias. En este caso, lo mejor es atenerse a las establecidas por la Federación Internacional de Powerlifting (IPF), que indica que el ancho máximo es de 10 centímetros.

¿Cinturones de velcro para powerlifting?

Sí, es posible. Los puedes utilizar en tus entrenamientos sin ningún problema. Y existen cinturones específicos de velcro para peso muerto. Son ultrarresistentes. Si el peso muerto te apasiona, un cinturón específico para ese movimiento es una idea genial.

Como también hay cinturones pensados para el press de banca, que como banquista te deberías plantear. Al igual que es diferente el guante del pícher que del cácher en béisbol. En este caso, son más estrechos en la parte trasera (o en todo su conjunto) para que molesten menos cuando hacemos el arco lumbar. Incluso si tienes un tronco no muy largo o en el peso muerto se te clava en las costillas y no puedes más, este tipo de cinturón más estrecho es el tuyo. Y los hay tanto de hebilla como de palanca, que es lo que vamos a abordar a continuación. 

Hebilla simple, doble y cierre rápido. Ventajas e inconvenientes.

La pieza de los cinturones, como decimos, es la misma o muy similar. Fabricada habitualmente en piel, cuero, derivados o imitación. Así que la principal diferencia entre los distintos cinturones de powerlifting y strongman que nos podemos encontrar es el cierre. El clásico, el de toda la vida, es el de hebilla. Los hay de una púa, hebilla simple, o de doble púa. El de doble púa te va ayudar más a la hora de ajustarlo, ya que primero puedes tirar hacia arriba y enganchar una primera púa y luego hacia abajo y enganchar la segunda.

¿Cuál es la ventaja de los cinturones de hebilla?

Principalmente dos. La primera, si has ensanchado, con colocarlo en el siguiente agujero ya tienes el cinturón ajustado. Y si has bajado volumen, lo mismo. La segunda, el ritual de ponerse el cinturón, que puede sernos muy útil para concentrarnos en competición. ¿Inconvenientes? Pues que es más tedioso ponérselo y quitárselo en los entrenamientos, ya que dejárselo puesto entre serie y serie, tan ajustado, no es una opción. Al tener que quitarlo y ponerlo de manera tan habitual, el cinturón va a sufrir más y su vida será algo menor que el cinturón de palanca. Para intentar mejorar en ese aspecto, surgió el cierre rápido. Esta peculiar hebilla supuso una evolución a la hebilla clásica. Actúa como un gancho pero sin la necesidad de doblar el cinturón para ajustarlo, por lo que da más vida al material. Eso sí, no es fácil de poner, por lo que ha quedado prácticamente en desuso, sobre todo por el nacimiento y mejora del cinturón de palanca. 

Cinturones de palanca, llegan para quedarse

Los cinturones de palanca son los más utilizados a nivel nacional e internacional por los atletas. Se caracterizan por su rigidez, resistencia y durabilidad. La gran ventaja de este modelo es la sencillez en su uso que le proporciona el tipo de cierre, gracias al cual conseguimos una gran protección con un simple clic. Un gesto rápido y prácticamente sin esfuerzo. Tras unas primeras palancas que daban problemas porque se soltaban los ejes, en muy poco tiempo esos inconvenientes se han solucionado. Incluso muchos fabricantes las garantizan de por vida. Colocarse un cinturón de palanca es tan seguro como uno de hebilla. La propia presión facilita el cierre. Y claro, entre serie y serie, es comodísimo. No hace falta ni soltarlo del todo. Y como la pieza, de piel o imitación, no tiene que doblarse, dura todavía más que un cinturón de hebilla, que ya de por sí son longevos. El único inconveniente, que si subes y bajas de volumen con frecuencia te obligará a desatornilla y atornillar el cierre de manera habitual para que el cinturón se te ajuste bien. Y si quieres compartir el cinturón con alguien, ocurre lo mismo. En la hebilla, hay agujeros y cambiar la talla es sencillo dentro de un margen de talla. En los de palanca, necesitarás llevar encima un destornillador. También es verdad que hay una gama de precios muy amplia. Y puedes encontrar cinturones reglamentarios, incluso aprobados IPF, a unos precios asequibles.

¿Cinturones de 10 ó 13 mm? Ser… o ser, he ahí la cuestión

No hace falta llegar a la profunda esencia del soliloquio de Hamlet. ¿Qué grosor elegimos? Es una pregunta interesante y que nos tenemos que hacer independientemente del tipo de cierre por el que optemos, ya que tanto los cinturones de hebilla como los de palanca se presentan en esas distintas dimensiones. Pero la respuesta es más sencilla de lo que puede aparentar. La diferencia de espesor es sinónimo de mayor o menor rigidez. ¡Pero si son sólo 3 milímetros! Sí, parece poco, pero es exactamente un 30% más. Y se nota. Algunos fabricantes oscilan sus cinturones entre esas dos medidas. Ofrecen así un producto mixto, de 11 ó 12 mm, una opción interesante si, por ejemplo, quieres usar el cinturón en los tres movimientos pero el de 10 mm te parece demasiado blando. La primera respuesta, y la principal, la tienes sólo tú: lo que te resulte más cómodo. Hay quien prefiere un cinturón que se amolde más a su cuerpo, que le moleste menos. Será la mejor decisión. Si lo tuyo es meter kilos como si no hubiera un mañana y la rigidez no es un problema, no lo dudes. Aprovecha todo el potencial que te ofrece el de 13 mm. 

Otras sujeciones lumbares

Como decimos, la base, la lógica de este tipo de protecciones para la espalda, es la misma para todas las disciplinas de fuerza e incluso en las de lanzamiento. Cambian las especificidades, pero las diferencias ya son mínimas, y la decisión se decanta más por la propia movilidad que se necesita. Sí que hay casos concretos con elemento propio, como el levantamiento de piedras. Ahí la opción es la faja, acorde a la antigüedad y origen de este tipo de disciplinas. En el deporte rural vasco tiene nombre propio, gerriko. Es muy larga y debe enrollarse en su totalidad. Y no podrá disponer de ningún saliente especial que pueda afectar a la alzada, ya que también se apoya en ella el elemento a elevar. 

Nuestro consejo

No te sientas inferior por utilizar cinturón. Piensa primero en tu salud. Vigila la técnica y, en cargas altas, no dudes en colocártelo. Y si vas a competir, tendrás una ayuda extra. Todo ventajas. Pero la decisión, siempre va a ser tuya.

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